Origen de las Vacunas
Al crear un elemento se crea también su opuesto, o al menos el lugar a que surja
En 1796 Edward Jenner ejercía la medicina en el ámbito rural de Inglaterra. En esa época la viruela era endémica (afectaba habitualmente al imperio británico) y era mortal para un %30 de los contagiados.
Observando detectó que ciertas mujeres presentaban inmunidad a la enfermedad, éstas trabajaban ordeñando vacas manualmente. Así descubrió que al hacer la tarea se habrían contagiado de una versión atenuada de la viruela, una versión atenuada o leve de la tan mortal viruela humana.
Y se le ocurrió tomar el virus de los fluidos de las manos de las granjeras y lo inoculó en un niño, al que luego de pasar una leve viruela bovina, le inoculó el virus de la viruela (dos días más tarde) y no presentó síntomas de la enfermedad letal.
El nombre de vacuna deriva de la connotación positiva en ciencia que tenía usar nombres latinos, de ahí que se llamara "vaccination" en lugar "cowcination" a la acción de inocular con materia orgánica para generar defensas contra agentes causantes de enfermedades.
Las vacunas son uno de los inventos médicos preventivos que han salvado más vidas en la historia de la humanidad (se estima que previene de 2 a 3 millones de muertes por año). Y se han erradicado y liberado grandes zonas del mundo por años de enfermedades letales e invalidantes (poliomielitis, sarampión, viruela, rubéola, paperas,
Apenas 5 años después del descubrimiento de Jenner ya se aplicaba en Francia, y algunos años más tarde llegaba a Estados Unidos, para 1840 ya había actos de vacunación masiva en el Reino Unido se efectuaban sin cargo a gente sin recursos.
Sin embargo ya en 1802 aparece la publicación satírica de personas siendo vacunadas por Jenner y desarrollando características bovinas o incluso pequeñas vacas en diferentes partes del cuerpo.
Ya se iniciaban los movimientos antivacunas que tendrían Journals, periódicos y disturbios públicos oponiéndose a la vacunación compulsiva, cuestionando la imposición de las autoridades, las estadísticas, los términos empleados que no dan certeza de los resultados y la posibilidad de inmunidad por otras causas naturales eran los principales argumentos para desacreditar a Jenner para 1856. En 1866 se funda la "National Anti-Vaccination League" y en 1869 la "Leicester Anti-Vaccination League".
Quienes se oponían en la Inglaterra del siglo 19 a las vacunas pertenecían (en gran parte) a la clase trabajadora, y su protesta era por sentirse ciudadanos de segunda clase sin autodeterminación sobre sus propios cuerpos.
Con los avances de la medicina y la aceptación popular del papel del gobierno en la salud pública, los movimientos antivacunas lentamente fueron decayendo y el movimiento colapsó.
El renacer fuerte del movimiento antivacunas se asienta en una publicación de 2002 de Andrew Wakefield que relacionaba la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) como causa de autismo en los niños. En 2010 The Lancet (que había hecho la publicación) se retractó debido a múltiples conflictos de intereses y manipulación de los datos de la investigación de Wakefield. Igual la bola de nieve ya había comenzado a crecer...
Hoy estamos una vez más ante la discusión y crítica de la vacunación, hasta el punto de convertirla en un bandera política que permite distinguir afinidades según se adhiera a un laboratorio u a otro, o a la omisión de la misma.
Así el discurso científico y médico es puesto en duda desde las intenciones atribuidas a grandes intereses ocultos que manipulan nuestras mentes y emociones, perdiendo de vista una vez más, como hace 150 años, los beneficios a la salud pública que éstos avances ha aportado a la humanidad.
Las redes sociales, los grupos de Facebook y WhatsApp, son hoy el medio ideal para la circulación de la desinformación, de las fake news y para que los grupos anti vacunas contacten nuevos adeptos.
Cambiar de opinión no es tan simple como parece, al dialogar necesitamos adoptar un enfoque más empático con el otro, considerando por qué tienen esas creencias, cómo se ven a sí mismas y a sus "oponentes".
Es importante cuestionar las afirmaciones falsas sobre las vacunas, pero es igualmente importante considerar cómo lo hacemos para no reforzar las creencias erróneas (muchas de ellas conspiranóicas) y profundizar la grieta.
Suspender el juicio crítico ante una obra de arte, un espectáculo teatral o una película, nos va a permitir disfrutar y compenetrarnos en la trama. Hoy gran parte de los noticieros se han convertido en espectáculos que buscan atraer nuestra atención y nos dejan confundidos... parecería que dan información y noticias, pero en realidad nos dan un relato teñido de intenciones cada vez más politizadas...
Necesitamos activar nuestras defensas (naturales o inoculadas) contra la pandemia de desinformación y espectacularización de las noticias, evitando la polarización extrema de nuestras opiniones, esa falsa dicotomía forzada que ahoga la reflexión y adormece la conciencia ciudadana tan necesaria en momentos como éste...
Las imágenes son una sátira del proceso de vacunación publicadas en 1802, por J. Gillray y C. Williams